La Guardia Civil rescató a un joven pastor alemán que había caído en una grieta de unos seis metros de profundidad en una zona de trincheras durante la Guerra Civil en Seseña.
En el último momento, durante un servicio de la tarde, se recibieron varias llamadas en el cuartel de Seseña avisando de la caída de un perro en una oquedad en la pedanía de Vallegrande de Seseña.
Al lugar acudió una patrulla de seguridad ciudadana del Puesto Principal de Seseña y se reunió con la dueña de la perrita y su hijo menor de edad. Desde el exterior se escuchaban los gritos del animal, que estaba muy asustado.
Al ver que la profundidad del foso hacía imposible descender sin medidas de seguridad, los agentes improvisaron un equipo de montañismo utilizando las eslingas que tenían.
Uno de los agentes bajó las escaleras, mientras que el ayudante y un vecino interesado en los hechos ayudaron tanto a bajar al agente como a subir al guardia civil y al animal.
Una vez en tierra firme, tanto la dueña de la perra como su hijo menor pudieron comprobar que la perra, una hembra de pastor alemán de un año y medio de nombre Reina, se encontraba en perfectas condiciones. Poco después, los dueños del animal, ya más tranquilos, se presentaron en el cuartel para agradecer personalmente a los agentes su labor en el rescate de su perro.