El Ayuntamiento de Albacete concederá a Unicef una ayuda de 10.000 euros para apoyar las actuaciones humanitarias que su Fundación está llevando a cabo, con carácter de emergencia, frente a la crisis de Ucrania tanto en el país como con las personas en movimiento desplazadas, y contribuir así a aliviar los efectos de la erradicación. La concesión de la subvención ha sido dictaminada de modo general por la Comisión Informativa de Atención a las Personas, que ha tenido lugar este miércoles, y que será aprobada en la sesión plenaria correspondiente al mes de marzo.
Unicef apoya a las personas afectadas por el conflicto de Ucrania a través de diferentes áreas, tanto en salubridad y alimentación, facilitando la llegada a 1.500.000 niños, niñas y mujeres a atención sanitaria primaria en instalaciones apoyadas por la organización; como en agua, saneamiento e higiene, posibilitando que 3.000.000 personas accedan a una cantidad suficiente de agua potable para su consumo y necesidades domésticas.
Adicionalmente, desde Unicef se trabaja la protección infantil, contra la violencia de doméstica y reforzando el apoyo psicológico, facilitando la llegada de 1.000.000 de personas a apoyo psicosocial y salud mental. La organización también aborda el ámbito de la educación, posibilitando que 600.000 niños y niñas acceden a ella, teniendo en cuenta que las escuelas están cerradas desde el 21 de febrero.
Según refleja Unicef, desde el pasado 24 de febrero, cuando Rusia invadiera Ucrania, han aumentado las necesidades humanitarias y desplazamientos de población dentro y fuera de este país ya que las hostilidades han provocado la destrucción de infraestructuras civiles clave y la interrupción de los servicios sociales básicos y la actividad económica; así como la interrupción de suministros básicos como agua o electricidad.
Desde Unicef señalan que también se está deteriorando la atención sanitaria y se espera que el estado nutricional de la infancia empeore a medida que los medios de las familias se agoten, lo que supondrá aumento de las enfermedades, incluido el deterioro de la salud mental de niños y niñas, que puede estar afectada por traumas psicológicos significativos. Por otra parte, los desplazamientos de mujeres y niños y niñas suponen su exposición a un mayor riesgo de violencia de doméstica, abusos y separación familiar.