El viernes 20 de mayo se celebra a nivel mundial el Día Mundial del Ensayo Clínico con el fin de dar a conocer al público en general los trabajos de investigación para obtener un nuevo fármaco contra una determinada enfermedad.
La fecha conmemora el inicio del que se considera el “primer ensayo clínico de la historia” del médico escocés James Lind, quien trató de identificar la deficiencia de vitamina que provocó el escorbuto que afectó a la tripulación del Salisbury entre 1746 y 1747. dividió a los marineros en grupos evaluar el efecto de diferentes opciones de tratamiento y comprobar la evolución positiva de quienes incluyeron cítricos en su dieta, confirmando el beneficio de la vitamina C en el tratamiento del escorbuto.
La búsqueda y obtención de nuevos medicamentos es una constante en la historia de la humanidad, con un enorme valor social y sanitario. Por ejemplo, los últimos 60 años han ayudado a aumentar la esperanza de vida en Europa en 10 años; reducir la tasa de mortalidad por VIH/SIDA en más del 90% desde 1980; que la tasa de supervivencia a 5 años alcance el 70% en pacientes con cáncer; e incluso a la cura farmacológica de infecciones crónicas previas, como la hepatitis C.
Además, España es líder mundial en este campo: la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios autorizó más de 9.000 ensayos clínicos entre 2005 y 2017; y en 2020, en plena crisis sanitaria
Debido a la COVID-19, fui el cuarto país del mundo y el primero de Europa en cuanto al número de ensayos clínicos autorizados para evaluar tratamientos contra el nuevo coronavirus.
Farmacéutico: presente en todas las fases de la investigación
Si bien el perfil profesional del farmacéutico se ha especializado en diversos campos, el origen y conocimiento de los medicamentos es la esencia de su profesión.
Así, por ejemplo, los farmacéuticos que trabajan en el campo de la docencia y la investigación se forman en la identificación y aislamiento de principios activos, síntesis química, biotecnología o estudios farmacológicos a diferentes escalas.
Mientras que en farmacia industrial y galénica, entre otras cosas, contribuye al desarrollo de nuevas formas de administración, o a la optimización de procesos productivos que permiten incorporar al arsenal terapéutico muchos principios activos in vitro efectivos y con gran peso en los resultados para la salud. . de drogas.
Un ejemplo del compromiso profesional de los farmacéuticos de hospital con la investigación clínica es la reciente publicación de una Guía para la Excelencia en Ensayos Clínicos en Farmacia.
Hospital, documento de consenso y referencia para el desarrollo de tareas propias del servicio de farmacia hospitalaria en el campo de la investigación y desarrollo biomédico.
Dentro de la industria farmacéutica, los farmacéuticos trabajan en varias fases de la investigación, desde el departamento de operaciones clínicas hasta el departamento de gestión de datos, pasando por los departamentos médicos, donde colaboran en la elaboración de protocolos, informes o documentos técnicos.
Finalmente, aunque la farmacia comunitaria no participa activamente en la práctica totalidad de los ensayos clínicos de medicamentos en investigación, resulta de especial interés para evaluar los distintos aspectos de la farmacoterapia y los resultados de diversas intervenciones sanitarias, así como la red española de más de 22.000 farmacias . como un interesante centro de investigación clínica. Su participación en diversas formas de colaboración a través de la Organización Farmacéutica Colegiada facilita la optimización de recursos, aporta una mayor representatividad de la muestra de cualquier estudio clínico y aporta resultados sobre el coste/efectividad de los tratamientos.