El presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, José Manuel Caballero, y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, han puesto esta mañana la primera piedra de las obras de la tercera etapa del pabellón de la feria de Ciudad Real , una actuación que permitirá incorporar 9.800 metros cuadrados adicionales a un recinto que reunirá, en seis meses, un total de 31.309 metros cuadrados de exposición.
De cumplirse las previsiones, como ha ocurrido hasta ahora, los pabellones temporales para FENAVIN 2023 serán historia. En cuatro años, desde 2017, la institución provincial ha hecho realidad un proyecto que se ha planificado durante casi dos décadas para la capital provincial.
Caballero agradeció el inicio de la última y definitiva fase del pabellón, sobre todo porque se atiende una carencia de la capital provincial, que ha impedido realizar eventos comerciales de gran envergadura con garantías y la amenaza que representa para el futuro. FENAVIN, la mejor feria del vino español del mundo.
Para Caballero es una infraestructura necesaria, un aporte a la ciudad que dejará huella. Agregó que si las instituciones son inteligentes y saben trabajar juntas, el pabellón se convertirá en un gran catalizador para la ciudad, la provincia y la región.
Hizo especial hincapié en el trabajo conjunto, ya que en el pasado ha ocurrido todo lo contrario en lo que respecta a la construcción de un nuevo pabellón, tal y como pretenden la Diputación y el Gobierno de Castilla-La Mancha. La situación ahora es diametralmente diferente, los tiempos de conflicto institucional han quedado atrás y en tan sólo cuatro años se han podido contar con más de 31.000 metros cuadrados de exposición construidos y unas instalaciones modernas, funcionales, de última generación y dotadas de los más modernos equipamientos. tecnología de punta del siglo XXI, que sirvan a los intereses de los hombres y mujeres de la capital, la provincia y la región. Un lugar que, según Caballero, parte de la voluntad de las administraciones implicadas de convertirse en un referente nacional para la celebración de eventos, ferias y congresos.
“En Ciudad Real tenemos capacidad para organizar ocho eventos diferentes a la vez en unas instalaciones que han tenido un coste muy razonable”, ha señalado el presidente de la Diputación, quien ha recordado que la inversión asciende a 20 millones de euros, incluido el gasto en tecnología y Servicios. Una cantidad que, frente a los 60 millones de euros que estaba previsto invertir cuando se planeó la construcción de un nuevo pabellón ferial, es sensiblemente menor.
Una acción que ha llevado a cabo la Diputación Provincial de Ciudad Real sin tomar recursos económicos que van destinados a mejorar nuestras ciudades y la calidad de vida de los hombres y mujeres de la provincia. Al respecto, Caballero aseguró que en la actualidad la institución provincial colabora con la junta directiva en la realización de planes e iniciativas y ejecuta obras y actuaciones diversas en todas las ciudades de la provincia por 101 millones de euros con los ahorros acumulados desde 2015.
García-Page, por su parte, aseguró que pocas instituciones hay tan sanas y tan dignamente gestionadas como la Diputación de Ciudad Real. Y por eso, como comentó, es posible construir un pabellón de feria. Es muy importante, a juicio del presidente de Castilla-La Mancha, pero también lo es, teniendo en cuenta sus declaraciones, que la institución y su presidente tengan voluntad para abordar grandes proyectos, como demuestra la organización del Feria Nacional del Vino.
García-Page afirmó que el motor impulsor de la bandera de la feria fue la Feria Nacional del Vino, pero no se debe pasar por alto que con las nuevas instalaciones se abren otras opciones, oportunidades y caminos, “que es lo más bonito de la política, aporta a que Ciudad Real dentro de 20 o 30 años no parece lo que es. Tras recordar el intento de llevar la FENAVIN a Toledo en el periodo 2011-2015, Page comentó que en previsión podría estallar mal. viento, proyección y protección FENAVIN se ha institucionalizado en la Ley de la Viña y el Vino de Castilla-La Mancha.
tres barcos juntos
La tercera fase del pabellón de feria tendrá como columna una calle central que cumplirá tres funciones: acceso a los pabellones, conexión con los existentes y un vestíbulo exterior ante la entrada de los tres nuevos cuerpos, muy diferentes.
El primero es el que hace de fachada con el Camino Viejo de Alarcos y tiene acceso directo a la calle principal para facilitar el flujo de entrada al recinto y acreditaciones. A su vez, el segundo se diseñó como un espacio polivalente, y se elevó la altura de seis a diez metros, posibilitando la realización de cualquier evento. Además, se eliminaron los pilares intermedios, creando una superficie diáfana similar a la Plaza de la Constitución de Ciudad Real.
El tercer pabellón de la tercera fase tiene una fachada a la segunda vuelta y hará posible, junto con los anteriores y los ya construidos, una feria flexible y funcional capaz de satisfacer las necesidades de cualquier evento.
No obstante, se conforma una feria de 31.309 metros cuadrados y se creará un conjunto unitario con la misma imagen exterior. Se utilizarán materiales robustos y duraderos pintados de negro para diseñar la filosofía de que lo importante no es el contenedor, sino el contenedor. El pabellón será “una máquina expositiva”, en palabras de Pérez Parada, el conocido arquitecto de Ciudad Real que llevó a cabo el proyecto.
Por último, monedas de curso legal, banderas de España, de la Unión Europea y de Castilla-La Mancha, así como un ejemplar del diario Lanza del día del inicio de la XI edición de la Feria Nacional del Vino, y otro de Lanza. Tribuna de Ciudad Real con fecha de hoy. También se presentó copia del acta de verificación del plano de la obra, que fue firmada por José Manuel Caballero y Emiliano García-Page.