Albacete, 17 de junio de 2022. La concejala de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Albacete, María José López, visitó la exposición que actualmente se exhibe en el Archivo Municipal bajo el título La luz se ha hecho. Electrificación de nuestra cuchillería a principios del siglo XX. Durante su recorrido por esta exposición, acompañado de la directora del Archivo Municipal, Almudena Blaya, la consejera de Economía y Hacienda ha destacado que “nos propusimos poner en valor la riqueza de nuestra memoria como ciudad, confesada en los archivos a través de ellos. fondos documentales”.
Esta exposición, que estará abierta al público hasta el 23 de junio, entre las 9.00 y las 14.00 horas, se completa con una exposición virtual centrada en los proyectos de instalación de motores eléctricos en los talleres de cuchillería de principios de siglo, símbolo de nuestra ciudad y de nosotros puede saber por la documentación que se conserva en el Archivo Municipal, en la calle León no. 7.
pioneros
Según información recopilada por Almudena Blaya, la primera solicitud de licencia para instalar un motor eléctrico de la que se tiene constancia documental es de 1906, presentada por Juan Garijo Sánchez para un motor de 5 caballos para cortar madera en la calle Padre Romano, pero no incorpora ningún croquis ni plano, tal y como indican las ordenanzas, ya que el arquitecto municipal consideró que la sencillez de la instalación no lo requería.
El primer plano que se conserva pertenece a la solicitud de José Villaescusa Claramontes de un motor eléctrico de 2 caballos para su herrería de Posada del Rincón (calle Hurtado de Matamoros). El primer taller de cuchillería del que tenemos encargo para instalar un motor eléctrico es el de Román Medrano Fernández en la calle Hurtado de Matamoros de 1914, aunque en el proyecto de reforma del edificio del Paseo de la Feria para el establecimiento de la fábrica Juan Cullell se instaló ya se menciona un motor eléctrico.
Por otro lado, el primer registro de motores de 1906 incluye 5 talleres de cuchillería, de un total de 52 industrias con presencia de motores eléctricos que pagaban canon, pudiendo existir talleres con motores menores exentos de pago. Para 1930 existirían 46 talleres de un total de 191 industrias censadas, lo que no deja dudas sobre la creciente importancia de la electricidad y el desarrollo de muchas industrias en la ciudad, así como la aparición de los primeros ascensores. en algunos edificios importantes como el Pasaje Lodares o la residencia de Camilo Legorburo en la calle Concepción.
Más información