Albacete, 22 de noviembre de 2022. El Archivo Municipal de Albacete muestra estos días documentación referente a los diferentes cronistas oficiales que ha tenido la ciudad, exposición que se ha organizado este mes de noviembre, coincidiendo con la celebración, el día 9, del Día de la Ciudad de Albacete, fecha que conmemora la concesión del privilegio de villazgo otorgado en el Castillo de Garcimuñoz por Alfonso de Aragón, primer marqués de Villena, el 9 de noviembre de 1375 a Albacete.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 30 de noviembre, fue visitada por la concejala de Economía y Hacienda, María José López, quien, acompañada de la archivera municipal, Almudena Blaya, destacó la importancia de haber recuperado la figura del Cronista en 2022 Oficial de la Ciudad, en la persona de la periodista y escritora Rosa Villada Casaponsa, “y que es la figura encargada de recopilar la historia de la ciudad para el futuro”.
Pero este cargo, que por primera vez está en manos de una mujer, ha sido ocupado por diversas personas a lo largo del tiempo, y cuyas obras forman parte de la historiografía local. Según explica el archivero municipal, quizás el primer cronista que viene a la memoria de muchos, por tener una avenida con su nombre en la ciudad, es Rafael Mateos y Sotos (1864-1928), también el primer encargado del Archivo Municipal. , pero en realidad fue Cronista de la Provincia de Albacete. Fruto de todo el trabajo de investigación que realizó a lo largo de su vida fueron numerosos estudios relacionados con la historia de la provincia, algunos de los cuales nunca vio publicados. Por ello, y en homenaje a su persona, la Diputación publicó en 1974 una recopilación de estos escritos bajo el título Monográficos de Historia de Albacete.
Apuntes para la historia de Albacete
Para la historia de nuestra ciudad, el siglo XX comienza con Apuntes para la Historia de Albacete, escrito por Francisco Javier Sánchez Torres, secretario de la Audiencia Territorial, y que fue premiado en los Juegos Florales de 1902 organizados por el Ilustre Colegio de Abogados. Esta obra contiene una visión de la ciudad antes de principios de siglo, pero se consideró incompleta en el momento de su publicación, más de una década después, al no mencionar las importantes reformas que experimentaba Albacete en esos años. Este hecho dará lugar a otro trabajo, publicado en 1925, Albacete en el siglo XXescrito por Joaquín Quijada, obra que, además de narrar la situación de la ciudad en ese momento desde diferentes aspectos, incluye algunas fotografías de lugares destacados o emblemáticos.
Joaquín Quijada Valdivieso (1869-1947) fue nombrado Secretario del Ayuntamiento por mayoría de todos los miembros del Ayuntamiento el 1 de noviembre de 1900, convirtiéndose en presidente del Colegio Oficial de Secretarios, siendo también nombrado Hijo Predilecto en el momento de la publicación del libro . Esta labor se combinó con su labor histórica y de divulgación, dando lugar a esta publicación donde se recopilan los hechos más destacados de la vida local en el primer cuarto de siglo. Esta labor le valió, en el momento de su jubilación en 1929, el reconocimiento del Ayuntamiento con la concesión de una calle que lleva su nombre y la entrega del título de secretario honorario perpetuo.
Aunque no consta documentalmente que estos dos personajes fueran nombrados cronistas de Albacete, se les reconoce como tales por su labor investigadora para recopilar y dar a conocer la historia de nuestra ciudad.
Francisco del Campo Aguilar (1899-1965), aunque nacido en Jaén, es un conocido albaceteño y fue el encargado de continuar las crónicas tras la muerte de Joaquín Quijada. Aunque su pasión era el periodismo, la historia y la investigación también formarán parte de su vida, encargándose de continuar la narración del devenir de la ciudad desde el punto en que la había dejado su antecesor, y cuyo resultado fue Albacete contemporáneo (1925-1958). Como periodista trabajó en los principales diarios locales (El Diario de Albacete, Albacete Y La Voz de Albacete), pero también en seminarios y revistas culturales, así como la publicación de numerosos libros, algunos de los cuales se publicaron después de su muerte.
Su sucesor, designado en noviembre de 1971, será Francisco Ballesteros Gómez, que en el momento de su nombramiento era Concejal de Relaciones Públicas del Ayuntamiento y que también será homenajeado con una calle en la ciudad en 2013.
Sánchez de la rosa
La última persona que llevó a cabo la tarea de recopilar la crónica de Albacete fue José Sánchez de la Rosa (1930-2013), escritor y periodista a quien se le encomendó esta tarea en 2002, aunque también fue concejal del Ayuntamiento. Fruto de su labor investigadora fueron numerosas publicaciones que registran la historia de algunos lugares emblemáticos de la ciudad como el Altozano. Al igual que sus antecesores, esta labor fue recompensada con la concesión del título póstumo de hijo predilecto y la concesión de una calle con su nombre.
La figura del Cronista Oficial de Albacete lleva casi una década vacante tras la muerte de Sánchez de la Rosa, pero estamos seguros de que las crónicas de la ciudad seguirán aumentando y registrando los cambios y la evolución de Albacete a lo largo del tiempo, esta vez a través de las historias de Rosa Villada.